Cortesia: semana.com Autor: Luis Benavides |
No cabe duda de que Colombia es un país con los índices de
corrupción más altos en Latinoamérica. Y temas como lo del avalúo catastral
dejan reflejada esa lamentable realidad. Pero también estalla este tipo de
problemas porque muchos de los funcionarios que están ejerciendo en las
entidades encargadas de regular los impuestos, no está lo capacitadas para esa
labor o su mayor virtud es su ineficiencia.
No es casualidad que en seis ciudades del país (Bogotá, Medellín,
Cali, Cartagena, Montería y Bucaramanga), se presenten protestas o llamados de
la ciudadanía en contra del impuesto predial que le llegó este año. Esto tiene
que decir algo a los ciudadanos, gobernantes y funcionarios públicos. Se puede
reconocer que no todos los casos sean errados, pero si trabajar para que no se
presentes inconvenientes puntuales. No se puede tratar el sol con un dedo y
pretender que la indignación sea una artimaña política.
Se debe contratar a personas consientes y profesionales a la hora
de hacer el avalúo, para que presenten informes reales y conformes a la situación
actual de los contribuyentes. Porque la falta de compromiso y un trabajo mal
hecho, da como resultado la rabia de quienes reciben facturas injustas y con
valores irrisorios. Ellos están en todo su derecho de reclamar y las entidades
no deben ser intransigentes para atender las quejas, además por la cantidad se
debe hacer un estudio concienzudo de los informes presentados por los
“expertos”.
Semana presenta una información completa en este artículo, con
detalles de lo que ocurre en cada una de las ciudades, además de opiniones de
expertos en este tipo de temas, que dejan ver muy bien las dos caras de la moneda
y donde el lector puede sacar sus propios conclusiones. Tanto afectados, como
entidades dan sus puntos de vista respecto a los hechos y dejan entrever que por el camino del diálogo se puede llegar
a un acuerdo. Además muestra como se van presentando los casos en las diferentes
ciudades de una manera cronológica.
Ciertamente no todas las quejas tienen fundamentos y algunas
personas de aprovechan de la situación para hacer ver que también son afectados
de lo ocurrido. Por lo tanto un análisis a conciencia de cada una de las quejas
permite que ser justo y darle solución a quienes en realidad son víctimas de
los malos funcionamientos de los entes públicos que tienen a su cargo el cobro
de la valorización.
Pero, ¿No se desprende entonces toda esta situación a causa de la corrupción,
debido a que muchas de las personas que trabajan (tanto haciendo estudios, como
dirigentes) en estas entidades son amigos o recomendados de los gobernantes de
turno?
Informe de prensa: #3 Artículo: Los indignados de la valorización Fecha: Febrero 23 de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario